El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se dirigió lunes en Chicago a la Convención Nacional Demócrata, en una primera noche agridulce en la que le pasará el testigo a su vicepresidenta Kamala Harris como abanderada del partido en la carrera por la Casa Blanca.
Biden, de 81 años, ofreció un discurso con sabor a despedida tras medio siglo en la escena política, en el que hizo un repaso de su gestión y también simbolizó la transición generacional del Partido Demócrata.
«Está esperando con ansias este momento», dijo este lunes la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre. «Es un momento de satisfacción personal para él y está muy emocionado», agregó.
Muchos de los delegados están con las emociones a flor de piel en Chicago
«Esta noche honoramos al presidente Joe Biden y su legado», dijo Luciano Garza, de Texas.
«Es surreal, muy triste, pero estamos esperanzados con lo que ha hecho, de pasar la antorcha a Kamala Harris, quien continuará su legado».
«Este es el tipo de sacrificio sobre el que Estados Unidos fue fundado», dijo el delegado de Misuri, Kyle Yarber, quien lo comparó con uno de los fundadores de la patria, George Washington.
Harris debe unirse a Biden en el escenario, con lo que las lágrimas de tristeza por su partida pueden convertirse en lágrimas de alegría con la ascensión de su vicepresidenta.
La nominación es un hito en su carrera y corona uno de los meses más agitados de la política estadounidense, en el que Harris eclosionó luego de que Biden, acosado por los cuestionamientos a su avanzada edad, decidiera poner fin a su aspiración de un segundo mandato.
La abogada de 59 años ha revitalizado al Partido Demócrata, cuando muchos comenzaban a resignarse a un escenario de derrota.
La más reciente encuesta de The Washington Post/ABC/Ipsos divulgada el domingo la muestra con ventaja estrecha sobre Trump, una recuperación significativa considerando que, hace un mes, Biden estaba empatado con el magnate republicano y perdiendo espacios en estados cruciales como Arizona o Nevada.
– Trump en campaña –
Su efervescencia incomoda a los republicanos.
Trump, de 78 años, emprendió una apretada agenda esta semana en Pensilvania, en donde fue blanco de un intento de asesinato en julio.
El candidato tenía previsto enfocarse en su propuesta económica pero divagó entre ataques a su rival y teorías conspirativas. «No sé qué diablos está haciendo», dijo refiriéndose a ella.
Trump continuará su campaña visitando estados claves como Carolina del Norte y Arizona, en donde irá a la frontera con México para abordar el tema migratorio, central para su plataforma electoral.
Pero esta semana las miradas estarán puestas en el United Center, emblemática casa de los Chicago Bulls y los Chicago Blackhawks, donde todo está listo para para recibir a decenas de miles de demócratas que se dan cita para aplaudir a su abanderada.
Pesos pesados demócratas están desembarcando en la ciudad a la orilla del lago Michigan para apoyarla.
El expresidente Barack Obama y su esposa Michelle hablarán el martes, en tanto que Hillary Clinton lo hará el lunes, y el expresidente Bill Clinton, el miércoles.
Ese mismo día, Tim Walz se dirigirá a la audiencia para oficializar su reciente designación como aspirante a la vicepresidencia, en tanto que Harris cerrará la reunión el jueves, cuando debe aceptar la nominación presidencial del partido, con la alocución más importante de su carrera.
Las especulaciones sobre la participación de Beyoncé, quien cedió su impetuoso himno «Freedom» a la campaña, aumentan la expectativa en torno al evento que, a fin de cuentas, será una plataforma única para Harris en su desafío por conquistar a un electorado que no necesariamente está muy familiarizado con ella.
– Descontento –
Pero a pesar de la imagen de unidad y emoción que los demócratas quieren pasar en su convención, hay descontento en las bases.
Unos treinta delegados que integran el movimiento «no comprometido» llegan a la cita incomodados por la posición del gobierno Biden-Harris en torno a la guerra en Gaza.
El grupo es una pequeña minoría, considerando que la cita cuenta con casi 5.000 delegados, pero la causa ha hecho ruido, con cientos de personas protestando en el centro de Chicago el domingo y este lunes contra la incursión israelí en Gaza que ha dejado más de 40,000 fallecidos.
Al canto de «Palestina Libre», unas mil personas se congregaron en los alrededores de la Conferencia al tiempo que los delegados comenzaban a llegar.
Mientras tanto, en Washington congresistas republicanos presentaron este lunes un pedido de impeachment contra Biden que tiene cero posibilidades de prosperar en un intento de restar brillo a su fiesta partidista.
FUENTE: LISTIN DIARIO