A diferencia de 2020, cuando el discurso del presidente Luis Abinader fue centrado en cómo enfrentar la pandemia del COVID-19 y recuperar la economía, el de este 16 de agosto de 2024 fue para exhibir las cosechas, poner fechas a las reformas que impulsa e invocar a la comunidad internacional a fijar mirada a las crisis de Venezuela y Haití.
A partir de este viernes, el mandatario comenzó la travesía de los 1,460 días que abarcará su segundo período como gerente del Estado, en el cual se plantea completar las reformas pendientes y someter las nuevas, como la constitucional y la fiscal, cuyos proyectos de leyes serán depositados este lunes 19 de agosto en el Congreso Nacional.
El Partido Revolucionario Moderno (PRM) tiene un control absoluto en el Poder Legislativo, pero el mandatario ha puntualizado que «solo usaremos esa mayoría en beneficio del país». Es por eso que, según dijo, las reformas estarán alineadas, entre otras cosas, en optimizar el gasto, dignificar las pensiones y la seguridad social. También tocó los cambios en la Policía Nacional, los cuales seguirán en este nuevo período.
Tras ser juramentado en la Asamblea Nacional, migrada al Teatro Nacional, donde asistió un nutrido grupo de invitados locales e internacionales, aseguró que la reforma fiscal fomentará la creación de empleos y el crecimiento económico, proyectado en 5.4 % para el 2024, gracias a la inversión extranjera directa (IED). Esta cerró el 2023 con 4,390 millones de dólares.
Los proyectos también estarán enfocados en mejorar el sistema laboral y las condiciones de los empleados domésticos, cuya resolución que regularizada ese sector fue anulada por el Tribunal Constitucional (TC).
Los logros
Durante 49 minutos, Abinader expuso como logros de su gestión pasada que la pobreza monetaria bajó de 25.8 % en 2019 al 23 % en 2023, pese a las adversidades de la pandemia por Covid y la crisis internacional y, citando datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), precisó que la subalimentación bajó un 45 %, al pasar de 8.3 % entre 2018-2020 a 4.6 % entre 2021-2023.
En materia de turismo, el jefe de Estado alardeó de los 10 millones de visitantes en 2023 y proyectó 11 millones y medio para el 2024, llevando a que República Dominicana sea el segundo país más visitado de la región y que la economía sea la séptima mejor de América Latina.
Abinader, cuya gestión pasada fue caracterizada por las alianzas público-privadas, mostró avances en otros sectores, como las zonas francas, que aportan 200 mil empleos y generaron 8,000 millones de dólares en exportaciones en el año 2023.
Otro renglón económico en el que el Gobierno tiene los ojos puestos es el de ensamblaje de semiconductores. «Tenemos la formación, tenemos la red de contactos y aliados y tenemos un ecosistema favorable para conseguirlo», dijo el gobernante.
Todas las medidas estarán integradas en «Meta RD 2036», la iniciativa enfocada en el empujón de todos los sectores productivos de la nación.
Las obras
En los próximos cuatro años, el Gobierno se fijó completar las grandes obras viales: el tranvía de Santo Domingo, el Monorriel de Santiago o el Tren Metropolitano que conectará el centro de la capital con el Aeropuerto Internacional de Las Américas y 30 áreas urbanas más, nuevos acueductos y sistemas de drenaje para el Gran Santo Domingo.
También se avanza en el muelle multimodal en Manzanillo, Montecristi.
En materia de salud, anunció la entrega para el 2025 de tres hospitales traumatológicos de tercer nivel en Azua, Sosúa (Puerto Plata) e Higüey (La Altagracia). También, una unidad de trauma con más de 60 camas en el Hospital San Vicente de Paúl en San Francisco de Macorís, provincia Duarte.
Sector eléctrico, «el talón de Aquiles»
En el sector eléctrico, Abinader citó los avances con la construcción de 2,000 megavatios de generación térmica, de los que ya hay 378 en producción. Sin embargo, las distribuidoras de electricidad siguen siendo «el talón de Aquiles», debido a la pérdida de energía, debilitando el servicio y las finanzas del sector.
En ese sentido, se comprometió a ejecutar una transformación para superar el déficit en las pérdidas de la energía servida y no cobrada.
Venezuela y Haití
En jefe de Estado aprovechó la presencia de sus homólogos y otras figuras internacionales para pedir el establecimiento de la democracia en Venezuela y exigir «la publicación de todas las actas electorales, su verificación por instituciones imparciales y el respeto al resultado emanado de la voluntad del pueblo venezolano».
En ese momento se generó uno de los aplausos más emotivos de la juramentación. Más tarde, firmó en el Palacio Nacional, junto a representantes de 22 países la «Declaración de Santo Domingo«, un documento en el que solicitan al Gobierno de Venezuela que respete la Convención de Caracas y los derechos.
Y, en cuanto a Haití, reiteró a la comunidad internacional no olvidar a esta nación hasta que pueda restaurar la paz y organizar elecciones libres.
FUENTE: DIARIO LIBRE